1. Satisfacción al cliente

A través de la agilidad apuntamos a aumentar la satisfacción del cliente.

Se utiliza dos estrategias: Involucramiento del cliente en la toma de decisiones y constante retroalimentación del cliente en la prestación del servicio, construcción del producto o atención del mismo.

Al aumentar la flexibilidad o capacidad para adaptarnos al entorno, a los cambios y a hacer ajustes en nuestros procesos, estamos entonces aumentando nuestra agilidad y en consecuencia la oportunidad de satisfacer al cliente.

Gracias a la entrega continua, el cliente puede aprender de la experiencia para tomar la mejor decisión y esta será llevada a cabo por el equipo de desarrollo. Con estas técnicas se consigue una mejora progresiva de la precisión en la generación de valor.

El resultado final es hacer mucho más sencilla la satisfacción de los clientes.

2. Bienvenidos los cambios de en los requerimientos

Trabajar en agilidad es tener la apertura a los cambios, inclusive sobre productos elaborados o en sus fases finales de elaboración.

Para disminuir el efecto de los cambios se planifica en función de entregas constates, de tamaño pequeño, en las cuales el riesgo de retrabajo o desperdicio es menor.

La Agilidad en resumen es una forma de pensar en la que no evadimos el cambio, sino que fluimos con él, gracias a la colaboración, la acción y la reflexión.

Los cambios en los requerimientos pueden ser vistos como oportunidades de mejora, de alinearse mas con el producto final ideal.

Cada cambio es un acercamiento a una mejor atención del cliente.

3. Entrega de producto frecuentemente

Cada entrega representa un avance en la completitud del producto final, cada entrega es expuesta a un proceso de retroalimentación, del cual el equipo aprenderá para la próxima iteración.

La entrega frecuente de productos o porciones de productos significa adoptar ciclos de vida para las iniciativas con características iterativa e incrementales.

Debemos determinar las unidades de valor que entrega la organización, o el equipo de trabajo y hacer un balance entre lo valioso, el esfuerzo, la incertidumbre y el nivel de riesgo asociado.

La gestión de la organización debe investigar y conocer la velocidad adecuada de entrega de valor para el usuario y se debe eliminar todo lo que impide la maximización del flujo de creación de  valor.

Todo lo que impida la generación de valor es considerado desperdicio.

Lean nos cuenta de 7 tipos de desperdicios:  de sobre producción, de transporte, de sobre procesamiento, de materiales, de movimiento, de desperfectos y finalmente, de tiempos a la mano (espera).

4. Colaboración Diaria

La colaboración en el equipo de trabajo es la mejor manera de conseguir un equipo alineado, con objetivos claros, con el conocimiento común del propósito con el que se realiza el trabajo y la búsqueda constante de Feedback para conseguir el mayor rendimiento posible del trabajo realizado.

Evitar numerosas gestiones intermedias, que lejos de aportar valor a un trabajo, la distorsionan, dificultan o incluso impiden la entrega de mayor valor.

En un entorno predictivo la participación de la empresa/cliente se limita generalmente a especificar los requisitos al inicio, a describir la necesidad y participar de nuevo al final, para aprobar la solución final.

En un entorno adaptable o ágil se necesita que el cliente trabaje a diario con los constructores, ya que sus inputs son la fuente de la adaptabilidad.

Simplicidad en el flujo de información, en la cadena de aprobación y participación activa.

5. Colaboradores Motivados

Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan y confiarles la ejecución del trabajo.

Las actividades de base intelectual requieren de talentos y competencias, por otro lados; las personas somos seres con inteligencia emocional, por lo que la motivación aumenta de manera increíble nuestro potencial de llevar a cabo tareas donde el intelecto, ya sea lógico o creativo, juega un papel importante.

Un entorno ágil se basa en un equipo multifuncional y auto-organizado que se auto-gestiona y encuentra su camino en lugar de recibir órdenes.

Esta es una gran responsabilidad para los equipos, y no todos son capaces de trabajar de esta manera.

Cuando tenemos los miembros de equipo adecuados, debemos confiar en ellos, motivarles y darles la posibilidad de adoptar la agilidad.

La idea es buscar la mejor experiencia de cada persona con su trabajo, consiguiendo el mayor potencial de cada uno, y por tanto, los mejores resultados.

6. Comunicación Cara a Cara

Una conversación cara a cara de 5 minutos, es mucho más efectiva tanto a la hora de explicar como de entender, de poner en común una idea o de buscar un alineamiento común, o incluso de poder percibir lo más relevante.

Compartir un montón de textos escritos, dibujos en un documento, audios o sonidos puede ser muy tedioso y menos efectivo por la falta del vínculo, empatía o por la rapidez de interacción entre participantes que se da en una conversación.

La intención es promover el sentido de equipo, de encontrarse y comunicarse, de eliminar barreras típicas de las comunicaciones documentales, no presenciales, asíncronas.

El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de trabajo y entre sus miembros es la conversación cara a cara.

Comunicaciones escritas, formales e innecesarias pueden hacernos ineficientes. El punto está en determinar la verdadera necesidad de éstas.

El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de trabajo y entre sus miembros es la conversación cara a cara.

Comunicaciones escritas, formales e innecesarias pueden hacernos ineficientes. El punto está en determinar la verdadera necesidad de éstas.

7. Medición del avance por trabajo completado

Este principio puede llevarnos a la aplicación de otros conceptos de agilidad, tal como: el concepto de Definición de completado (DoD o Definition of Done).

Si mantenemos un enfoque teórico sobre el avance de las tareas, estaremos manejando conceptos subjetivos, abstractos, inexactos e inseguros bajo un criterio personal. Mientras que demostrar un avance real del trabajo completado, permite medir el progreso de un desarrollo sobre tangibles.

Este principio está estrechamente ligado a evitar la multitarea, a tener muchos frentes abiertos y a priorizar tareas que se puedan dar por finalizadas, esto nos lleva al síndrome del 90%, que se da cuando en un proyecto acabamos con un montón de tareas al 90%, que están casi terminadas y eso no nos permite finalizar correctamente los proyectos, generando desperdicio.

Una tarea que está a un 99% de avance es una tarea que está al 0% completada.

8. Promover un ritmo sostenido

Este principio puede llevarnos a la aplicación de otros conceptos de agilidad, tal como: el concepto de Definición de listo (DoR o Definition of Ready).

Este principio plantea un objetivo que no es nada sencillo de conseguir, ya que existen múltiples elementos externos, que pueden afectar a la sostenibilidad del trabajo y a la posibilidad de adaptarse a estos. Esto implica la conjunción de varios factores, tales como: alineación, la calidad en el trabajo, la disponibilidad de competencias y recursos, la planificación, el monitoreo y la disposición de los distintos actores.

Podría parecernos que hacer horas extras puede acelerar las cosas, pero en realidad reduce los outputs disminuyendo la productividad y aumentando los defectos. Es preferible mantener un ritmo sostenido a lo largo del tiempo.

El punto clave es un flujo constante de resultados

9. Atención a la excelencia

La excelencia técnica y el buen diseño, nos van a ayudar a:

  • tomar mejores decisiones
  • tomar las decisiones más rápidamente
  • aportar mayor robustez a la solución
  • plantear soluciones más eficientes
  • conseguir mayor rendimiento con menor esfuerzo
  • reducir el desperdicio
  • evitar riesgos
  • conseguir resultados más fáciles de mantener que generen menos costes
  • facilitar otros valores y principios de la Agilidad, tales como; el ritmo constante, la entrega temprana y la adaptación a nuevos requisitos

Lo importante es la necesidad de negocio que la tarea, el proyecto o el producto que elaboramos pretende cubrir,  así como de qué manera lo cubrirá.

Los principales problemas para conseguir este objetivo, no se encuentran en la pura técnica o su diseño.

Este principio nos habla de la importancia de la maestría, control y conocimiento de los medios y las herramientas que utilizamos para poder llevar a cabo el proyecto y conseguir los objetivos planteados.

La excelencia técnica puede hacer la diferencia

10. Simplicidad es esencial

Un proyecto Ágil se gestiona y entrega de manera simple. Por ejemplo, la gestión del alcance se realice simplemente detallando la información esencial en una tarjeta o nota adhesiva (Historia de Usuario); no son necesarios instrumentos sofisticados para gestionar el producto.

Además, hacerlo de manera sencilla favorece la colaboración del cliente.

Más allá de que en la mayoría de casos, la solución más sencilla suele ser la mejor, facilita mucho el trabajo en equipo la simplicidad a la hora de transmitir conocimientos entre unos miembros y otros, sea cual sea su naturaleza.

Muy ligado al «modelo lean», este principio nos habla también de la importancia de buscar soluciones evitando complejidades, de no querer abarcar demasiado a la vez, de trabajar en un avance poco a poco, de pensar soluciones simples que aporten gran valor y de eliminar, en la medida de lo posible, el esfuerzo que no aporte valor.

11. Equipo Auto-Organizados

Este principio demanda un empoderamiento de los equipos de trabajo, el aumento de sus competencia para trabajar en equipo y elevar su madurez.

Este principio demanda un empoderamiento de los equipos de trabajo, el aumento de sus competencia para trabajar en equipo y elevar su madurez.

La auto-organización es otro de los puntos que se pueden interpretar de múltiples maneras, o comprenderla por múltiples niveles de madurez de los equipos para poder ser abordada en un grado o en otro.

Disponer del nivel que sea de auto-organización, aporta una mayor capacidad de reacción por parte del equipo ante situaciones complicadas, mejora la comunicación y el entendimiento entre los miembros, favorece el pensamiento colectivo y un mejor reparto de responsabilidades en cada situación.

La gente trabaja mejor cuando se siente respetada y están autorizados para decidir cómo funcionar.

12. Reflexionar en la mejora continua

Seguramente la práctica más conocida que refleja perfectamente este principio sea el de realizar retrospectivas, pero no deja de ser la búsqueda continua de mejora.

El hecho de hacer un alto para reflexionar y, además, hacerlo en equipo, permite reducir el riesgo de la reincidencia.

También permitir encontrar formas de ser más efectivo o reducir en el futuro el impacto de algunos riesgos o errores cometidos.

No solo es importante el hecho de reflexionar, sino el de buscar una mejora efectiva por mínima que sea, además es algo que a todos nos aporta una gran satisfacción a nivel personal y a nivel profesional.

¡Creemos que siempre hay margen de mejora, sin importar lo bien que estemos haciendo las cosas! Por ello necesitamos tiempo para investigar la iteración anterior y encontrar la manera de implementar mejoras, por muy pequeñas que sean.

El objetivo es mejorar un poco cada iteración