Es interesante descubrir que las “Mejores prácticas” no siempre tienen la misma aplicabilidad, que este concepto no siempre se cumple. Me refiero al hecho de que en proyectos de Ciclo de Vida Predictivo este concepto (el de mejores prácticas) tiene mucho sentido, después de hacer algo muchas veces, después de haberse equivocado, haber aprendido y de buscar mejores formas de hacerlo, podemos finalmente llegar a un paquete de buenas prácticas, este tipo de proyectos se mueven entre los cuadrantes de «Simples» y «Complicados».

Ahora, ¿podemos afirmar sin temor a equivocarnos que hay mejores prácticas en Scrum? este caso es un poco más difícil, para esto proyectos nos movemos entre los cuadrantes de «Complejos» y «Caóticos».

En este escenario estamos haciendo un trabajo distinto, complejo en términos de las herramientas que usamos, complicado porque el insumo más importante son las necesidades de una organización, un elemento crítico es la disposición de las personas a ayudarnos a entender sus necesidades y traducirlas en un producto, y por último no por ello menos importante, un trabajo en el que el órgano que más usamos es el más complejo del ser humano, el cerebro.

Los proyectos para los cuales se creó Scrum son del tipo de proyecto de trabajo con conocimiento, con esfuerzo mayoritariamente intelectual, donde resulta complicado saber exactamente como vamos y cuanto nos falta por terminar.

Siempre estamos lidiando con la ambigüedad y la incertidumbre.

De acuerdo a lo expresado anteriormente, vuelvo a preguntar ¿Podemos afirmar que hay un conjunto de buenas prácticas? El concepto de mejores prácticas aplica cuando sabes exactamente lo que necesitas crear, como hacerlo, que herramientas utilizar y los pasos a seguir para hacerlo con éxito.

En este tipo de proyectos, los equipos deben empezar por identificar de ese “Tool Kit” cuáles son las herramientas, prácticas y recursos que funcionarán mejor para ellos en entorno y situación. La verdad es que una vez que terminamos descubrimos que funcionó y que no, que se convirtió en la mejor práctica para la elaboración de un producto. Es decir, siempre lo descubriremos Post Morten.

A lo anterior le podemos agregar que los Marcos de trabajo, las herramientas y las prácticas deben evolucionar y cambiar para adaptarse, a su vez, a cambios en las necesidades, en el entorno, en los equipos, en la manera de comunicarnos, inclusive en la forma de relacionarnos.

Los cambios son la orden del día, los productos, las necesidades, la tecnología, las personas, las organizaciones y los equipos de trabajo.

La buena noticia es que hay muchas buenas prácticas por ahí, lo que no debemos hacer es asumir que algo que funcionó en un proyecto, en una organización para un cliente, funcionará para otro entorno.

Una forma de manejar esta realidad es volver siempre a lo fundamental, tener muy presente que es lo que queremos hacer. Siempre los valores y principios nos dirán lo que nos va a ayudar en una situación y que pudiera no funcionar del todo.

Algunos elementos que nos funcionan y que, además al hacer nuestras retrospectivas, siempre podemos asociar las oportunidades de mejora que encontramos a la falla en justamente esos elementos, son:

Colocar al cliente en primer lugar, enseñarle acerca de la colaboración, a qué exactamente nos referimos cuando indicamos que el trabajo es en conjunto, a la importancia de su involucramiento en el desarrollo de los productos.
Trabajar, hasta el cansancio, en la mejora constante de la comunicación, mejor si es cara a cara, pero igualmente si no se puede, buscar alternativas y evaluar constantemente que ésta sea lo mejor posible.
Promover entornos de trabajo seguro, donde equivocarse no sea un problema, donde estemos dispuestos a aprender, desaprender y enseñar. Donde se premie la innovación y la búsqueda constante de la excelencia.
Potencia la posibilidad de Inspeccionar nuestro trabajo, de manera respetuosa, eficiente, constante y transparente.
Ser disciplinados, graduar el esfuerzo al planificar para el largo (poco), mediano(medio) y corto (alto) plazo. Aplicar el empirismo y las lecciones aprendidas constantemente.
Tener presente la simplicidad y la excelencia técnica como un norte, aplicar prácticas que nos permitan optimizar la calidad de lo generado, disminuir el retrabajo.
Aplicar el concepto de Idoneidad y evaluar a conciencia los beneficios y costos del empleo de la prácticas, no todo lo que brilla es oro…
Tener una visión creada y compartida, por el equipo (cliente, equipo, directiva, funcionales y coach), establecer metas razonables, tipo SMART.

Para habilitar todas las potencialidades del marco de trabajo Scrum se requiere ser disciplinado, consciente de la relación costo-beneficio y poseer una visión integral en la adopción de prácticas.

Finalmente, es interesante a largo plazo, transitar la práctica mecánica del marco de trabajo y crearnos una visión madura de aquello que funciona y lo que realmente no, para luego tener criterio y evolucionar hasta el empleo de nuestras propias prácticas.

Acerca del autor:

MSc. Ned Rodríguez, PMP: Ingeniero de Sistemas, estudios de postgrado en Gerencia de Proyectos, facilitador, conferencista e investigador en Gerencia de Proyectos. Especialista en Gestión de Proyectos, Gestión de Cronograma, Gestión de Riesgos y Agilidad.

Posee las certificaciones del PMI como: Project Management Professional (PMP ID 20.966, 1.999), Risk Management Professional (PMI-RMP ID 1.550.638, 2012), Scheduling Management Professional (PMI-SP ID 1.587.543, 2012) y Agile Certified Practitioner (PMI-ACP ID 3.209.403, 2022).

También está certificado en distintos frameworks de proyectos como: Agile Coach, Scrum Advance, PRINCE2 Project Manager Foundation (# GR633090694NR), Scrum Master, Scrum Product Owner, Scrum Developer Team, User Stories Foundations, Design Thinking Professional, Agile Business Owner, Enterprise Design Thinking Practitioner, Team Kanban Practitioner, OKR Practitioner y OKR Trainer. Facilitador de los programas de preparación para las certificaciones PMP, PMI-RMP, PMI-SP y PMI-ACP, coordinador y miembro del equipo de facilitadores del diplomado en Gerencia de Proyectos de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho, Venezuela. Facilitador del Programa de Gerencia de Proyectos Aplicada y de los talleres de Planificación y Control de Proyectos, Gestión de Riesgos y Gestión Integral de Proyectos para PITS Soluciones.